¿Cuidamos suficiente nuestro cuerpo? Probablemente, cada vez más cuidamos nuestra dieta, hacemos ejercicio de forma regular y empezamos a mantener unos hábitos y estilos de vida saludables. Aunque, dentro de estos hábitos saludables,¿incluimos nuestros hábitos de higiene postural? ¿en qué consiste? ¿qué beneficios tiene?
Con el paso del tiempo, el desarrollo de las nuevas tecnologías y otras costumbres hemos descuidado mucho de los hábitos posturales naturales de nuestro cuerpo. Prolongar un mal hábito es sinónimo de patología y prevenir es curar cuando hablamos de higiene postural. Desde acciones tan simples como sentarse, hasta cargar peso o ir al baño pueden tener gran repercusión sobre nuestro estado de salud si no las realizamos correctamente. Revisamos a continuación algunos de estos hábitos.
Con el paso del tiempo, el desarrollo de las nuevas tecnologías y otras costumbres hemos descuidado mucho de los hábitos posturales naturales de nuestro cuerpo. Prolongar un mal hábito es sinónimo de patología y prevenir es curar cuando hablamos de higiene postural. Desde acciones tan simples como sentarse, hasta cargar peso o ir al baño pueden tener gran repercusión sobre nuestro estado de salud si no las realizamos correctamente. Revisamos a continuación algunos de estos hábitos.
- Llevar la mochila con las dos asas en los hombros.
- La parte inferior de la mochila debe caer a la altura de las lumbares.
- La mochila debe contactar con la espalda con el máximo de superficie.
- El peso dentro de la mochila debe estar equilibrado, pudiéndose aguantar sola en el suelo.
- Si llevamos ruedas debemos cambiar de vez en cuando la mano de arrastre.
- El peso total de la mochila no debe superar el 10% del peso corporal del niño.
